martes, 30 de septiembre de 2014

frases I imagenes

















No me denes solo

No me dejes solo,
sé en todo mi guía;
sin Ti soy chiquito
y me perdería

Angel de la guardia

Angel de mi guarda,
dulce compañía,
no me desampares
ni de noche ni de día

Bella historia

Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo es­capó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaban para condolerse de él y lamentar su desgracia, el labra­dor les replicó: "¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?" Una semana después, el ca­ballo volvió de las montañas tra­yendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte. Éste les res­pondió: "¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quien sabe?" Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de aquellos caballos salvajes, cayó y se rom­pió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgra­cia. No así el labrador, que se limitó a decir: "¿Mala suerte? ¿Buena Suerte? ¿Quién sabe? Unas semanas más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jó­venes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vie­ron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranqui­lo. ¿Había sido buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe? Todo lo que a primera vista parece un contratiempo puede ser un disfraz del bien. Dios está presente e involucrado en nuestras vidas, aunque parezca que no nos oye o que nos ha abandonado. Le 24,13-32: Parece que no está pero nos acompaña. Mt 27,46: Jesús llega a sen­tirse abandonado. Fil 4,19: Tener confianza en la riqueza de la Gloria de Dios. Mt 28,20: Dios no nos aban­dona. 1 Pe 3,12: Sus oídos están atentos