Necesitas un tomate, una cucharada de jugo de limón, una taza de harina de avena. Añade todos los ingredientes a la licuadora.
Pon el tomate en trozos y luego agregue el jugo de limón al tiempo que licuas, y vas añadiendo la harina de avena. Debe quedar una pasta bastante espesa.
Aplica sobre tu rostro. La mascarilla tiene que ser consistente. Déjela por 15 minutos y luego retírala con un algodón mojado mojado o una toalla húmeda.
Lo ideal es aplicarla antes de ir a dormir
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